En este blog, relacionamos directamente la salud general de la mascota en cuestión con la salud de su microbiota.
Existen múltiples estrategias para la modulación terapéutica de la microbiota intestinal descritas en la literatura científica. Estas intervenciones pueden ser utilizando la dieta, antibióticos, prebióticos, probióticos, simbióticos o una combinación de éstas, hasta llegar a realizar trasplantes de microbiota fecal, como uno de los métodos más novedosos.
Hay ciertas cosas que sí están en nuestras manos y son las siguientes:
- Alimentación: Pequeños cambios en la composición de los micronutrientes podrían modificar la función de la microbiota, siendo un área de investigación totalmente en auge. La microbiota intestinal en mascotas sanas es resistente a los cambios puntuales, siendo capaz de adaptar rápidamente su composición una vez el animal regresa a su dieta habitual. El alimento sirve de sustrato para la microbiota y juega un papel importante en su composición y metabolismo. En los perros con enfermedades gastrointestinales, la alimentación deberá constituir siempre la base del tratamiento. Además, como ya hemos comentado en el blog sobre la microbiota, ésta influye en la absorción de los nutrientes. En un gran porcentaje de los casos, las enteropatías responden a la dieta, logrando una mejoría clínica, una disminución de la inflamación de la mucosa intestinal y una reducción de la disbiosis durante periodos prolongados de tiempo.
- Probióticos: Los probióticos son microorganismos vivos. Éstos deben sobrevivir al ácido gástrico y a la bilis, adherirse al intestino y ser capaces de proliferar, colonizar el colon, modular el sistema inmunológico intestinal y estar activos contra los microorganismos patógenos. Las cepas más utilizadas pertenecen al género Enterococcus, Lactobacillus y Bifidobacterium. También se han utilizado levaduras como Saccharomyces boulardii. A pesar de que la indicación clínica para usar probióticos es la modulación de la microbiota intestinal, parece que la mejora de los signos clínicos se debe al efecto que producen los metabolitos producidos por estas bacterias durante su tránsito por el tracto gastrointestinal. La disponibilidad y la seguridad de los probióticos deben conseguir que el uso de antibióticos se reduzca. Deberían de ser una alternativa al uso de antibióticos en el tratamiento de episodios gastrointestinales agudos sin complicaciones que en su mayoría son autolimitantes o funcionar como un tratamiento adyuvante en el tratamiento convencional de las enteropatías crónicas.
Hay dos maneras de tomar probióticos:
- Producto comercial
- Alimentos ricos en probióticos (fermentados)
- Kimchi
- Chucrut
- Vegetales fermentados
- Lácteos como el Kéfir
- Prebióticos: son ingredientes alimentarios no digestibles que afectan beneficiosamente la salud del hospedador estimulando selectivamente el crecimiento y la actividad de especies bacterianas beneficiosas del colon. Principalmente es la fibra dietética como fructooligosacáridos, mananooligosacáridos, pectinas, inulinas, almidones resistentes, b-glucanos, etc. Cualquier sustancia que esté disponible para la fermentación por parte de la microbiota intestinal. La ingesta de prebióticos puede modular significativamente la composición de la microbiota. Los prebióticos podrían ser directamente beneficiosos para un probiótico, constituyendo un simbiótico.
Hay dos maneras de darlos:
- Producto comercial
- Ingredientes de la dieta:
- Kimchi o chucrut
- Ajo (no más de una cucharadita de té para un perro de 15kg)
- Endivia
- Alcachofas de Jerusalén
- Diente de león
- Espárragos
- Levadura de cerveza
- Manzana
- Plátano
- Psyllium
- Leche materna
- Patata o arroz enfriados una vez cocinados
Esto último le sonará a más de uno de la familia Ayurvet 😉
- Evita toxinas y medicación innecesaria: Consulta con tu veterinario qué tratamientos alternativos existen además del convencional.
Como conclusión, la modulación intestinal constituye una aproximación terapéutica en los procesos gastrointestinales caninos. La intervención dietética debe constituir el primer paso terapéutico en las patologías gastrointestinales caninas, siendo la principal herramienta en las enteropatías crónicas en combinación con el tratamiento médico.
La microbiota intestinal es el gran aliado por descubrir. Asegurándonos de que esté sana lograremos un sistema inmunitario más resistente.
Existe la posibilidad de ayudar al organismo a través de la alimentación y promover y fortalecer su sistema inmunitario. Porque un sistema inmunológico fuerte siempre brindará la mejor protección contra bacterias, hongos, virus y otros factores causantes de enfermedad.